miércoles, 4 de mayo de 2011

MI HISTORIA PERSONAL

El conocimiento de la historia está atado a que se registre por las personas más cercanas al acontecimiento o a los interesados en conocer el pasado ya que un fenómeno histórico no puede ser explicado en su totalidad fuera del estudio de su momento
Por ello, un geólogo nos explicará la historia de una nación desde el punto de vista de su ramo y comenzará hablando de los asentamientos de acuerdo a los accidentes geográficos del lugar, o un economista basará su estudio en el desarrollo económico de esa población
Pero … la historia personal… esa,  ¿quién la contará mejor si no es, precisamente el Protagonista de ella?  De ahí que Mi historia personal la cuento hoy, la recupero  yo,  a través de mis experiencias, el recuerdo de los sabores, los olores, los objetos usados, los que aún conservo, los recuerdos de los lugares, etc..
Mi historia personal
Escuché una ocasión que un vecino le decía a mi padre…13? Y todos vivos? Mi padre respondió… Si, trece!  y unos vivos y otros más atarantados, pero eso sí… Todos comen!
Por supuesto, se refería a sus hijos y entre ellos …a mí !
Me llamo Angélica María y mi nombre no es producto de la casualidad, Nací en los 60´s , época aún de hippies y rock and roll y mi padre platica que una de sus pasiones de mozuelo fue conocer y estar enamorado platónicamente de la novia de México “Angélica María” de ahí surge mi nombre.
Soy la mayor de las mujeres y pertenezco efectivamente a una familia compuesta por 12 hermanos y yo; mi madre una ama de casa de nombre Elvira Vázquez Gómez y mi padre un obrero cuyo nombre es Luis Ramos Hernández.
Nací en el poblado de Santiago Ixcuintla Nayarit, sin embargo solo estuve en ese lugar de paso, esa etapa creo no aparece con claridad en mis recuerdos.
Mis primeros años de vida escolar fueron ya viviendo en la población de Tuxpan Nayarit, en este espacio estuve pocos años pero de esa estancia guardo en mi memoria pasajes y paisajes muy vivos aún… Un enorme patio donde niños y niñas nos divertíamos ayudando a hacer figuras de yeso con moldes de figuritas varias.
 Aún  parece que estuviera allá, cuando percibo un rico olor a pan, me recuerda que en la casa de al lado había una panadería con un gran horno y todas las tardes era muy placentero percibir el rico olor del pan cocinándose y siempre que se podía, comprar y comer.
A la edad de siete años mis padres nos llevaron a la Cd. De Tepic, en ese tiempo sufrimos mucho por no contar con casa propia y anduvimos rentando, hasta que mi padre pudo comprar un terreno y construir poco a poco la vivienda familiar, la misma que aún conservamos y en la que viven actualmente mis padres (ya solos)
Fue ahí en esa casa propia, donde viví mis momentos más felices de la infancia, existe en mi memoria un tesoro invaluable de recuerdos y experiencias de juegos tradicionales como; El patio de mi casa, amoató,  matarirlerilerile,  los encantados, el bélis,
¡Pasábamos muchas horas jugando!  Y,  podíamos estar hasta tarde en la calle sin correr peligro alguno.
 Juegos que hoy me empeño en compartir a mis hijos, obteniendo de ellos comentarios cómo: ¿Cómo crees? En serio a eso jugaban?  Y  ¿no había nintendo ni computadora? Preguntan.
Pienso que los niños  y las niñas de entonces elegíamos estos juegos, porque no había muchos juguetes en casa; por lo menos en nuestra familia, solo teníamos juguetes una vez al año “los que te traía el niño dios” en navidad…
 Aun recuerdo dos de mis juguetes preferidos,,, Una estufita de lámina y un juego de té de plástico adornado con muchas calcomanías y no puedo evitar pensar en un lindo regalo que tuve de cumpleaños cuando cumplí 11 años,,, Un vestido de terlenka (una tela gruesa) de color chedrón ( mi hermana tenía uno parecido pero en rosa) este vestido tenía una manzana de tela sobrepuesta en una bolsa delantera que tenía el vestido (recuerdo que me lo ponía muy seguido)
Ya más grande, en las dinámicas de mi familia,  recuerdo a mis hermanas diciendo… ¿Podemos ir?  ¿Me deja mamá hacer esto o lo otro? ¿Me puede comprar? Y mi madre siempre respondiendo… ¡Dile a tu padre! Frase que hoy me permite leer en ella  “Esa vieja tradición de que el hombre es el que manda en casa” También entiendo hoy que esa frase encierra por parte de mi madre esa fidelidad, esa admiración y ese inmenso amor hacia el compañero que eligió para compartir su vida… Mi padre!  Y él? Asumiendo siempre su compromiso… Trabajando de sol a sol, mostrándose siempre tan fuerte, tan valeroso aunque en realidad, él es muy dulce y amoroso (aunque poco nos demostró sus afectos, por las culturas de entonces, creo)
Realicé mis estudios de Secundaria y Normal Básica en la Cd. De Tepic y a los 19 años me otorgaron una plaza como docente en el Estado de Sn Luis Potosí,, saliendo entonces de mi Estado (Nayarit).
Después de unos años de trabajo en S.L.P., me cambié al Estado de Jalisco, me casé tuve tres hijos y actualmente trabajo y vivo en la Cd. De Guadalajara.
Aunque hace más de 20 años que salí de mi tierra natal, no he podido perder el amor a mi origen, a mis terruños y vuelvo a ellos en casi todas las vacaciones, aunque debo decirlo así…
El paisaje cambió, se transformó…Ya nada es igual!

Profra. Angélica María Ramos Vázquez

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